Hincados en inmensas rocas pertenecientes a la Serranía de la Lindosa, se encuentran estos testimonios de vida de grupos humanos de probable origen precolombino. Se trata de composiciones pictográficas de gran magnitud y excelente factura asociadas con restos arqueológicos, que fueron realizadas con pigmentos minerales sobre paredes de roca.
Aunque las representaciones más importantes son las de El Dorado y El Raudal del Guayabero, en toda la zona de la Lindosa se pueden encontrar pinturas aisladas sobre las rocas. No existe certeza sobre quienes fueron los autores de estas obras, pero las hipótesis preliminares apuntan a señalarlas como elaboraciones de grupos humanos provenientes de culturas Amazónicas, en una época aun no precisada pero que bien puede superar los 1.000 años A.P.
Aunque las representaciones más importantes son las de El Dorado y El Raudal del Guayabero, en toda la zona de la Lindosa se pueden encontrar pinturas aisladas sobre las rocas. No existe certeza sobre quienes fueron los autores de estas obras, pero las hipótesis preliminares apuntan a señalarlas como elaboraciones de grupos humanos provenientes de culturas Amazónicas, en una época aun no precisada pero que bien puede superar los 1.000 años A.P.
Dentro de las figuras apreciables de la primitiva e invaluable exposición pictográfica, se halla la imagen del Yurupary, insignia de una leyenda indígena que habla de la existencia de un joven esbelto que fuera concebido luego de que su virginal madre consumiera de un fruto prohibido. El joven de figura peculiar tuvo, entre otras misiones, la enseñanza del cultivo de maíz y el establecimiento de cantos y danzas rituales.
Las Pinturas Rupestres del río Guayabero: están catalogadas como las más antiguas de América. están localizadas a 40 km de San José. Es una gran roca en la que se han encontrado figuras de hombres, animales y signos rojos referidos a danzas.
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